DISEÑO DE FARMACIAS
PUEBLO NUEVO – MADRID
Me pidieron que realizara el diseño de la primera farmacia de la franquicia Farmaclock. Trabajamos con la esquina de las calles San Telesforo y Luis Ruíz en el barrio de Pueblo Nuevo de Madrid. Tuvimos que tomar decisiones prestando atención a los requisitos particulares, así como a los conceptos globales que definirán la identidad de la marca.
Las farmacias son lugares donde una gran cantidad y variedad de productos exhibidos pueden crear un gran ruido visual. Decidimos crear un diseño neutral y minimalista para concebir un marco en el que la marca pudiera destacarse en el momento en que los productos pudieran tener una estructura bien organizada. Una decisión muy importante fue la idea de guiar a los clientes a través del espacio y favorecer su relación con la marca y los productos de manera clara.
Las fachadas desempeñaron un papel importante para definir la identidad de la marca. Se colocó una etiqueta corporativa azul brillante y continua en todo el escaparate acristalado. El pórtico de entrada azul es un volumen de acero líder que resuelve la brecha entre la acera y el espacio interior, contiene el cajero automático de la farmacia e intenta la posición de los clientes una vez que ingresen a la farmacia.
El elemento formal principal de las ventanas es la parte posterior de la vértebra formada por los módulos de muebles interiores. Generan una superficie clara y orgánica que resuelve el diseño integral de los escaparates.
El diseño interior está articulado por los módulos de visualización, que rodean y acompañan el recorrido del cliente, resaltan la marca y hacen que la distribución funcional sea eficiente.
En el frente se exhiben los productos; en la parte superior tienen una franja ancha de azul corporativo que da unidad a toda la vértebra. Las diferentes áreas se dividen en sectores por tiras estrechas de colores: cosméticos, ortopedia, cuidado personal, cuidado infantil, homeopatía, etc. La parte posterior de la vértebra alberga el almacenamiento de medicamentos, el vestuario de ortopedia y el interior del escaparate.
Se diseñaron dos mostradores a medida: uno para atención personalizada, ambos blancos y siguiendo la forma de la curva, mientras se crea una superficie clara para la configuración de la marca Farmaclock. Ambos incorporan una superficie de soporte horizontal solicitada específicamente por el propietario para la comodidad de los clientes.
Las necesidades funcionales se completan con una oficina, el laboratorio, las áreas de almacenamiento y el baño.
El resultado ha sido muy satisfactorio. El espacio tiene una fuerte identidad corporativa que ya se ha aplicado a las nuevas farmacias. Los espacios de Farmaclock son reconocidos por su minimalismo, abstracción formal y espacial, claridad funcional y una presencia de marca limpia y purista.
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